La vergüenza es ego
La vergüenza es un sentimiento que genera pérdida de la dignidad y es creada debido a la sensación de humillación, insultos, faltas o incoherencias en el comportamiento social. Puede ser el resultado de acciones propias, percibidas o de eventos que están fuera de nuestro control.
La vergüenza es, además, un mecanismo de adaptación y evolución, la usamos para encajar, para no llamar la atención ni sobresalir ni armar jaleo. La usamos para no disgustar a nuestros amigos, familiares y audiencia. Para actuar con propiedad y prudencia. Para pertenecer. Porque la gente como nosotros debe encajar, debe pertenecer y actuar con propiedad.
¿De qué manera interviene la vergüenza en el creador?
Para el artista, la vergüenza es su más fiel compañera, o al menos, lo es hasta que éste alcanza la divinidad. La vergüenza afecta más al artista debido a la naturaleza de su trabajo y las demandas sociales y emocionales asociadas. Estas son algunas de las formas en las que afecta al artista:
Autocrítica excesiva
Los artistas tienden a ser perfeccionistas y a tener altas expectativas sobre su trabajo. La vergüenza puede intensificar su autocrítica y hacer que se sientan constantemente insatisfechos con sus creaciones.
Miedo a las críticas y al rechazo
Al exponer sus obras al público, el artista abre camino a las avalanchas de críticas y juicios sobre su arte, incluso su persona. Por lo que es normal que el creador sienta miedo y vergüenza a las criticas, Y es por esto que muchos de ellos basan su arte en las mismas.
Vulnerabilidad personal
Algunas formas de arte, como la actuación, el baile o la música, requieren una expresión personal significativa, por lo que tienden a sentir mayor inseguridad cuando expresan su arte.
Vergüenza por el éxito
Pese a lo contradictorio que suene, existen artistas que no les gusta ser el foco de atención, que lo único que quieren es crear sin importar la fama, ya que al volverse reconocido su arte, su vida personal sufre de mayor observación.
Vergüenza por la falta de éxito
Aquí es donde se encuentran muchos, pues el artista que crea con esmero y no ve los números reflejados en su cuenta bancaria o perfiles de redes sociales, tiende a sentirse un fraude. Aquí es donde el síndrome del impostor entra.
Fuimos adoctrinados para sentir vergüenza
Desde que nacimos, se nos fueron asignando valores y actitudes que debemos tomar para vivir en prosperidad, para no desafiar las normas y hacerle caso a los maestros y mayores. Y a cada acción inordinaria que cometíamos éramos humillados por la persona de mayor estatus en la sala.
La forma más fácil de asegurarse de que los niños harán los deberes es avergonzar en público al estudiante que no los ha hecho. La manera más sencilla de garantizar la sumisión es señalar los valores atípicos y avergonzarlos por su desobediencia o sus aires de superioridad.
Desde que nacemos somos enseñados a ver el arte como simplemente un hobie, eso que haces los domingos por la tarde o cuando tienes días libres. Somos resultado de moldes que fueron fabricados en los años 20s.
La mejor forma de evitar que nazcan más artistas es hundiendo sus pasiones y talentos, enseñándoles a trabajar en el mundo en vez de diseñarlo. Dándole herramientas para reparar en vez de construir.
Desde el momento que decidimos crear conexiones, nos han tratado de censurar, se nos ha enseñado lo cruel y despiadado que es el camino del arte, lo vergonzoso que es para nuestro entorno el hecho de tener a un creativo en la familia, salón y comunidad.
¿Pero cómo podríamos culparlos? Si fuimos todos educados por necios.
La vergüenza es ego
La vergüenza no es más que un síntoma de ego, pues nos sentimos lo suficientemente importantes como para creer que todos nos juzgan, nos creemos tan únicos que pensamos el mundo gira a nuestro alrededor.
Se le llama Sonder al fenómeno que ocurre cuando te das cuenta de que el resto de personas tiene una vida igual de enriquecedora que la tuya.
La vergüenza es ego porque nos hace sentir como si fuéramos un raro animal dentro de un zoologico mientras somos vistos por cientos de personas. Sorpresa, todos se sienten igual pero la realidad es que a nadie le importamos lo suficiente como para merecer su atención y juicio sobre nosotros.
No hay nada peor para un creador que actuar con vergüenza mientras crea o expone sus obras, no existe otra cosa más ignorable que ver a un artista actuar con miedo.
Formas para negar la vergüenza
¿Negar, qué es eso de negar?
Cuando aceptas que no eres tan importante como creías, cuando te das cuenta del Sonder, cuando ves el mundo tal cual es y cuando aprendes que todas las personas en el mundo están algo de rotas. Finalmente te das cuenta que sentir vergüenza es algo completamente normal, pero negarte a ella es algo que los dioses (nosotros) podemos hacer también.
Autocrítica excesiva | Perfección controlada
La perfección si existe, tú la defines, tú la controlas, tú acudes a ella únicamente cuando estés ante una obra divina.
Aquí te enseño a controlar la perfección
Miedo a las críticas y al rechazo | Los críticos siempre se equivocan
“El crítico al que no les gusta tu trabajo tiene razón. No le gusta tu trabajo. Nadie puede discutírselo. El crítico que dice que a nadie más le gustará tu trabajo se equivoca.” -Seth Godin
Aquí tienes herramientas para eliminar las criticas de tu arte
Vulnerabilidad personal | Baila con tu sombra
Al bailar con nuestra sombra estamos aceptando nuestros errores, y, en vez de esconderlos, los mostramos a la luz porque eso es lo que hacen los artistas; ser vulnerables.
Vergüenza por el éxito | No seas envidioso
No nos niegues el derecho de admirar tu arte, no seas envidioso. Si tiene éxito es porque tus obras han conseguido tocar los corazones de tu audiencia.
Vergüenza por la falta de éxito | Si creas para tener fama estás muerto
Existen cientos de miles de artistas allá afuera esperando su turno para ser vistos mientras continuan creando constantemente. Porque un verdadero artista crea pensando en el corazón, no en los bolsillos.
"Estás a un éxito de distancia para cambiar el mundo". -Karen Salmansohn
Frida Kahlo abordó temas personales y dolorosos en sus obras, como la enfermedad, el dolor físico y emocional, la sexualidad y la identidad de género. Su arte desafió los estereotipos y tabúes de su época. Además de que su físico era constantemente criticado porque no cumplía con las normas establecidas de belleza.
Frida se postró con valentía contra todo y todos actuando con la confianza de un dios, negando el derecho de sentir vergüenza porque entendió que tenia una misión, la de crear conexiones; ¿crees qué sintió vergüenza? Probablemente, pero se negó a aceptarla.
Aquellos que se niegan a aceptar la vergüenza pueden ser llamados dioses. Aquellos que evitan la vergüenza no son más que soldados siguiendo ordenes.
